Einstein y Poincaré
Cuentan de un diálogo entre dos de las figuras más prominentes de la ciencia del siglo XX, poniendo énfasis en una discusión eterna entre la matemática y la física.
Einstein: —¿Sabe usted, Henri?, al principio, yo estudiaba matemática. Pero lo dejé y me dediqué a la física…
Poincaré: —¡Ah!… No lo sabía, Alberto. ¿Y por qué fue?
Einstein: —Bueno, lo que pasaba era que si bien yo podía darme cuenta de cuáles afirmaciones eran verdaderas y cuáles eran falsas, lo que no podía hacer era decidir cuáles eran las importantes….
Poincaré: —Es muy interesante lo que me dice, Alberto, porque, originalmente, yo me había dedicado a la física, pero me cambié al campo de la matemática…
Einstein: —¿¡Ah!, sí? ¿Y por qué?
Poincaré: —Porque si bien yo podía decidir cuáles de las afirmaciones eran importantes y separarlas de las triviales, mi problema… ¡es que nunca podía diferenciar las que eran ciertas!
Einstein: —¿Sabe usted, Henri?, al principio, yo estudiaba matemática. Pero lo dejé y me dediqué a la física…
Poincaré: —¡Ah!… No lo sabía, Alberto. ¿Y por qué fue?
Einstein: —Bueno, lo que pasaba era que si bien yo podía darme cuenta de cuáles afirmaciones eran verdaderas y cuáles eran falsas, lo que no podía hacer era decidir cuáles eran las importantes….
Poincaré: —Es muy interesante lo que me dice, Alberto, porque, originalmente, yo me había dedicado a la física, pero me cambié al campo de la matemática…
Einstein: —¿¡Ah!, sí? ¿Y por qué?
Poincaré: —Porque si bien yo podía decidir cuáles de las afirmaciones eran importantes y separarlas de las triviales, mi problema… ¡es que nunca podía diferenciar las que eran ciertas!
5 comentarios:
Muy bueno :) Lo entiendo como que el fundamento de la física (el fin) es ser de utilidad, pero las matémáticas (el medio, la más importante de las herramientas) no sabes si será o no útil, solo si lo has demostrado como cierto o como falso.
Dos grandísimas figuras estos personajes.
El problema de la ferretería me suena de que me lo hubiesen contado antes y resuelto, y debió de gustarme, pero no recuerdo ahora ni por más que lo pienso se me ocurre. Solo me vienen tornillos y tuercas a la mente. Seguiré en ello.
Saludos!
Sable....
la mujer que va a la ferretería está comprando objetos que en realidad son números, para cambiar el nº de su vivienda o reformar el nº de la puerta de casa, por eso al pedir ciento treinta y cinco, está pidiendo 3 objetos, el 1, el 3 y el 5. ¿quién no ha deseado nunca cambiar los números que hay en su bloque de pisos porque son muy horteras?
Saludos!
Irene.
Correcto Irene
Juraría que la anécdota corresponde a l teórico de números Hardy (el que colaboró con Ramanujan) y al físico Fuchs
Es posible Anónimo, pero yo la conocía tal cual y, googleando por ahí, todas las versiones concuerdan con la propuesta.
Salu2
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